La Mujer Fuente de Luz representa el poder sagrado de quien da vida y se transforma al hacerlo.

Esta ceremonia honra la llegada de una nueva alma, pero sobre todo reconoce a la mujer que se convierte en madre: la que gesta, sostiene, cambia, se abre y se entrega. No se trata solo del nacimiento de un bebé: es el renacimiento profundo de la madre.

En un círculo íntimo y amoroso, rodeada por su tribu, la mujer es acompañada en su transformación. Se da espacio a la verdad, al gozo, al miedo, al cuerpo que cambia y al alma que despierta. Cada gesto, cada palabra, cada presencia la recuerda: tú también estás naciendo.

Esta experiencia revela la fuerza de tu linaje, el poder de tu intuición y la luz que siempre ha estado en ti. Dar vida no es solo parir: es encender el mundo desde el corazón.